¿Los inmigrantes roban los trabajos de los panameños?
La pandemia del Coronavirus ha destruido la economía panameña. Múltiples mentes de varios sectores empresariales tratan de aportar ideas para reducir los daños, entre ellas está el economista Guillermo Chapman. Este señor sugirió lo siguiente:
La reacción
Obviamente, la mitad de Panamá le cayó encima a Chapman. En la “pelonera” participaron, entre otros:
- La Sociedad Panameña de Ingenieros y Arquitectos.
- Abogados y gremios de trabajadores no se quedaron atrás y expresaron su rechazo.
- Incluso la asociación de extranjeros naturalizados, sorpresivamente, se opuso a que vengan más extranjeros profesionales.
Todos tenían en común que con tanto desempleo, no es justo darle puestos de trabajo a los extranjeros. El sentido común en acción. Los extranjeros suman, nosotros restamos.
A la anterior lista se sumó mi tío Pepermino. Fanático del nacionalismo. El tipo es tan, pero tan nacionalista, que solo quiere que le hablen en español y constantemente nos corrige. Él no tiene “frenes”, él tiene amigos. Mi tío no va a “parkings“, va a reuniones. Lo han despedido tres veces por negarse a recibir órdenes de sus superiores en idioma inglés.
Por su nacionalismo, mi tío tiende acelerarse cuando sale el tema de extranjeros en suelo panameño. El último episodio que recuerdo fue en febrero de este año. Sí señor. En aquella ocasión la Cámara de Comercio propuso levantar las restricciones que impiden que extranjeros ejerzan en Panamá. Tal fue el enojo que mi tío experimentó, que rasgó su fiel camisa guayabera. El tipo parecía mismo luchador profesional. Mientras volaban los botones, él gritaba a los cuatro vientos:
¡van a entregar el fucking país! esos extranjeros vienen a robarse nuestros trabajos!!!!!!!
Aquí entre nosotros…cuando escucho al tío Pepermino hablar que los inmigrantes nos roban los trabajos, me imagino algo así:
¿Será que mi tío y el montón de gente que atacaron a Chapman tienen razón? Regálenme unos minutos de su cuarentena para explorar este argumento.
Primeramente: ¿cómo uno se roba un trabajo?
El tío salió de casa. Le tocaba sus 2 horas de circulación, así que aprovechó para tratar de conseguir un poco de azafrán y una pacha de seco. Mientras se alejaba le escuché murmurar sarcásticamente:
Pendejos son si se dejan quitar su machete“.
Después de escuchar al tío parafrasear a Omar Torrijos, supuse que él utilizaría su excursión para seguir imaginando escenarios de extranjeros robándose los trabajos de panameños. Todos esos trabajos, honrados y honorables, pero que MUCHOS de nosotros no queremos como aseadores, repartidores, guardias de seguridad o nanas, entre otros.
Preguntas sobre el “robo de trabajos”
Quiero preguntarle al tío, si los extranjeros nos roban los trabajos… ¿nosotros podemos robárnoslos de vuelta? Hablando de lo anterior, ¿cómo es que exactamente que un extranjero se roba un trabajo? Será que se siguen los siguientes pasos:
- Extranjero llega a la empresa
- Echa un rápido vistazo
- Ve un trabajo que le gusta
- SE LO ROBA.
Adicionalmente, ¿es un robo o un hurto? si un extranjero roba varios trabajos ¿a qué hora duerme? si es un robo (o hurto)…¿cuánto perdió la empresa? … el tío Pepermino no sabe lo que espera cuando regrese de la tienda.
La realidad es mucho más compleja y aburrida de lo que nos gustaría. Sobre todo en temas enredados como el mercado laboral. Como es mucho más simple pensar en términos de dicotomía que en tricotomías, nos olvidamos de la tercera parte de la ecuación: el patrono. Por consiguiente, pensar en “el inmigrante y yo”, se vuelve el tema más popular y fácil que “el inmigrante, el patrono y yo”. No te sientas mal, nuestra mente está programada para sustituir preguntas difíciles por preguntas mucho más fáciles.
Suficiente con el entremés, volvamos al tema para tratar de explicar la tricotomía del Mercado Laboral. Una vez logrado esto podremos realizar una exploración al argumento del tío Pepermino.
Segundo, definamos qué es lo que supuestamente se quieren robar
Un trabajo, en contexto económico, es la medida de esfuerzo físico, mental o social que realizas y, a cambio, un patrono te paga un salario. En Panamá, de acuerdo con el INEC, hasta Agosto de 2019, teníamos 1.15M de empleados. De cada 10 de estos trabajadores, 6 recibían un salario menor a B/.799.99 al mes; mientras que la mediana salarial era de B/.721.90. Para contrastar, en 1970, la mediana salarial era de B/.198.02 y teníamos apenas 172 mil personas ocupadas.
Para poder pagar los salarios de sus trabajadores, los patronos del sector privado deben lograr vender bienes y/o servicios en los mercados. Estos patronos asumen el riesgo de competir en estos mercados creando empresas.
¿Todos estos patronos son iguales?
Algunos patronos son legales y compiten éticamente en sus respectivos mercados. Estos patronos obedecen las leyes, mientras generan valor para sus consumidores. Para mantenerse competitivos, estos patronos adquieren mano de obra en los mercados laborales. Luego de asumir los costos de búsquedas, reúnen una terna de candidatos, ofreciéndoles horas de trabajo. Los candidatos aceptan o rechazan libremente la oferta del patrono.
Otros patronos no creen en la competencia y recurren a comportamientos de búsqueda de rentas. Por medio de medidas legales proteccionistas, estos últimos terminan ahogando la innovación y restándole valor a los consumidores. Tienden a establecer oligopolios o en el peor de los casos monopolios.
Luego están los patronos que se aprovechan de la situación y abusan de su poder de negociación. Por ejemplo, en 2016, 7% de las personas que laboraban se encontraban en situación de “subempleo por insuficiencia de ingresos”. Es decir que estas personas destinaban 40 horas (o más) de su semana en un trabajo, recibiendo mucho menos que el salario mínimo. Similarmente, durante la pandemia Covid-19, hubo al menos 60 patronos que contrataron a extranjeros (sin permiso de trabajo) en lugar de reactivar a sus trabajadores que tenían contratos suspendidos.
Por último, están los patronos que ofrecen promesas atractivas de trabajo, cuando en realidad ofrecen esclavitud. Valga como ilustración los múltiples casos de “Trata de Personas” detectados en Panamá; por ejemplo, en 2019, un nicaragüense fue rescatado de un esclavista panameño. ¡Ojo! hay extranjeros que también esclavizan a otros extranjeros acá en Panamá. No solo somos los panameños. En 2017, dos brasileños y una venezolana fueron condenados en tribunales panameños por trata de personas en perjuicio de 3 venezolanas.
Ahora te pregunto yo querido lector, ¿quisieras trabajar para un patrono que está dispuesto a esclavizar?
Dada las complejidades e importancia del mercado laboral para la salud de la economía panameña, el gobierno lo regula e interviene en él. No basta la “mano invisible”. No señor.
¿Como interviene el gobierno en las relaciones laborales?
Principalmente por la Constitución y el Código de Trabajo, entre otros mecanismos. Ambos provienen de los primeros años de la dictadura de Omar Torrijos. Quién, como buen autoritario de izquierda, se caracterizó por profundas intervenciones en los mercados.
Desde diciembre de 1971 el Código de Trabajo, en su artículo 17, limita a los patronos a:
- un máximo de 10% de su planilla para trabajadores extranjeros
- 15% cuando son trabajadores especializados.
Esta restricción haría sonrojar al mismísimo Arnulfo Arias, el expresidente más nacionalista y xenofóbico que hemos tenido. Este señor, en 1941, redujo el límite de contratación de extranjeros hasta un 25% de la planilla. En contraste, Belisario Porras, por allá por Octubre de 1914, estableció que el máximo de trabajadores extranjeros era hasta un 50% de la planilla. Supongo que Arnulfo Arias (populista de derecha) y Omar Torrijos (populista de izquierda) tenían el nacionalismo en común. Tanto asi que el Código de Trabajo establece en su artículo 11, que:
En ninguna empresa, lugar o centro de trabajo podrá darse a los trabajadores de habla hispana órdenes, instrucciones o disposiciones relativas al trabajo en idioma distinto al español.
¿Será que mi tío sabía? y por eso lo botaron 3 veces. Ahora…¿quién le dice al montón de multinacionales que están en Panamá?
Torrijos, el proteccionismo y la Constitución
Por su parte, la Constitución de la República, desde octubre de 1972, prohíbe en su artículo 68
la contratación de trabajadores extranjeros que puedan rebajar las condiciones de trabajo o las normas de vida del trabajador nacional.
Posteriormente moverían este artículo al numeral 73. En contraste, la Constitución de 1941 no menciona nada al respecto. Sería buen material de debate estudiar la ambigüedad de este artículo, sobre todo porque la evidencia económica apunta que, salvo contadas excepciones, la inmigración no perjudica la economía receptora. De hecho, podemos sumar lo anterior a las múltiples razones para no ser un panameño xenofóbico.
El gobierno también interviene, en el mercado laboral, definiendo el límite inferior del salario que los empleadores pueden ofertar a sus trabajadores. La Constitución, en su artículo 62, establece que hay que ajustarlo periódicamente. Paralelamente, el Código de Trabajo también establece que el salario mínimo es un derecho de todo trabajador y que el mismo debe ser revisado cada dos años. Hemos estado ajustando el salario de nuestros trabajadores. Valga por caso de ejemplo, en 2007 el salario mínimo promedio de las 2 regiones económicas del país era de B/.236.65. Para el año 2018, había aumentado a B/.642.00. Yupi.
Compa, ¿que tiene que ver todo lo anterior con saber si nos están robando los trabajos?
Al intervenir en el mercado laboral, el gobierno lleva registros de los patronos que cumplen con las regulaciones.
Además de aumentar el salario mínimo a sus empleados, todo patrono, entre otras obligaciones, debe registrar su empresa con el Ministerio de Comercio. Lo anterior queda evidenciado con un Aviso de Operación. Similarmente, el patrono también debe registrar sus contratos laborales en el Ministerio de Trabajo. Este último ministerio también regula los permisos de trabajo expedidos a trabajadores extranjeros, así como los salarios y prestaciones que los patronos deben pagarle a sus trabajadores.
Por medio de estas instituciones es que obtendremos los datos necesarios para analizar si el Tío Pepermino tiene razón o no.
¿Los inmigrantes roban los trabajos de los panameños?
Ok, supongamos que es verdad. Que por cada trabajo que tiene un inmigrante, significa que es un trabajo menos para un panameño. Si es cierto que los inmigrantes roban los trabajos de los panameños, entonces por cada permiso de trabajo que otorga el Ministerio de Trabajo, un panameño más se suma a las filas de desempleo abierto.
Hagamos un ejercicio para determinar si hay correlación entre ambas variables. Analicemos 11 años de datos de permisos de trabajo contra la cantidad de panameños en condición de desempleo abierto.
La anterior gráfica demuestra una correlación entre la cantidad de permisos de trabajo y el desempleo abierto. Al escuchar este dato, mi tío Pepermino gritó:
¡Lo sabía!…
Pero no pudo decir más nada por la exclamación de la tía Jacinta:
Aguanta!…es una correlación muy frágil”.
La tía Jacinta había dejado de ver televisión para unirse a la conversación. Ella no quería pensar en dicotomía, quería ver un análisis de otras variables importantes del mercado laboral: salarios y salud de las empresas.
“Ok, tía” repliqué.
Vamos a cumplir con tu deseo.
¿Qué es lo que realmente roba el trabajo de los panameños?
Empecemos tratando de establecer si hay correlación entre el salario mínimo y el desempleo abierto. Para lograrlo, analizamos 11 años de datos recolectados por el INEC y el Ministerio de Trabajo. Después de que la computadora hace su magia, obtenemos el siguiente gráfico:
Seguidamente, comparemos la tasa de desempleo abierto vs. la cantidad de cancelaciones de aviso de operación durante esos mismos 11 años:
La tía Jacinta sonrío ligeramente. De ese tipo de sonrisa que aparece cuando sacias tu curiosidad. Luego miró al tío Pepermino, y dijo:
“viste! no hay que acelerarse con la primera evidencia“.
La tía tenía razón, si nos hubiésemos quedado con la primera gráfica, habríamos confirmado la hipótesis incorrecta.
En el juego de evaluar correlaciones, el número R2 se mide usualmente entre 0 y 1. Mientras más cercano a cero demuestra que no hay correlación o es una correlación débil y viceversa. Con base en lo anterior, comparemos y organicemos los tres valores obtenidos del desempleo en Panamá versus:
- Cancelación de Avisos de Operación = 0.655
- Salario mínimo = 0.586
- Permisos de trabajo = 0.281
¿los inmigrantes roban los trabajos de los panameños? conclusiones: Parte 1
De acuerdo con nuestro análisis, Guillermo Chapman tiene razón. Para ayudar a la economía necesitamos optimizar el excesivo proteccionismo. No hay correlación directa entre contratar trabajadores inmigrantes y el desempleo panameño.
Lo que le “roba” puestos de trabajo a los panameños es la cancelación de avisos de operación. Pero ¿por qué cierran las empresas? El Estudio Global de Emprendimiento, hizo una encuestra entre emprendedores panameños. Dicha encuesta, encontró que el 55% de los encuestados, abandonaba su empresa por falta de rentabilidad.
Por su parte, el salario mínimo tiene una correlación moderada con el desempleo abierto. Sin embargo, el anterior efecto se intensifica en el sector juvenil así como en los que no tienen educación. Estos grupos tienden a engrosar las filas de los Trabajadores No Calificados y son los que más dificultades experimentan con el aumento del salario mínimo. En 2019, 15% de la población ocupada, es decir unas 300,000 personas estaba ganando salario mínimo. En esa misma fecha, en desempleo juvenil rondaba por el 57%.
Por consiguiente, si comparamos las tres variables encontramos que en el juego de “Robar Trabajos”, el cierre de empresas y el incremento de salario mínimo son mucho más eficaces que la contratación de inmigrantes.
Los inmigrantes no roban los trabajos, las malas políticas públicas y la corrupción rampante de nuestro país son las que lo hacen. Sin embargo estas últimas no son tan visibles o se manifiestan físicamente, como ver a un extranjero caminando entre nosotros. Por consiguiente, motivados por la falacia de la porción del trabajo, dirigimos nuestro enojo hacia el forastero, en vez de corregir el cáncer que está matando nuestras empresas.
Conclusiones: Parte 2 o (¿por qué el tío Pepermino siempre se enoja con este tema?)
La naturaleza nos equipó con una serie de mecanismos para sobrevivir en este inhóspito mundo. Los psicólogos llaman a estos mecanismos como sesgos cognitivos. Son como una especie de atajo que nuestro cerebro toma cuando reconoce ciertos deseos o estímulos en el ambiente. Muchas de nuestras decisiones (racionales e irracionales), así como opiniones, provienen de estos sesgos cognitivos. Por ejemplo, cuando el futbolista que admiras patea a un oponente, tiendes a ignorarlo; sin embargo, si patean a tu jugador, te indignas. Ese sería un ejemplo de sesgo de confirmación.
Si nuestro cerebro percibe una situación de pérdida, se activa automáticamente otro de los sesgos. Los psicólogos le llaman el sesgo de la “Aversión a la Pérdida“. Te sorprenderías de la cantidad de comportamientos irracionales que hacemos cuando estamos en una situación pérdida o escasez. El enojo de mi tío proviene de su “aversión a la pérdida”.
Pero mi tío también está experimentando algo más además de los sesgos cognitivos. Él es víctima de las falacias lógicas. Particularmente una conocida como “el juego de suma cero”.
¿Qué es el juego de Suma Cero y cómo se relaciona con el mercado laboral?
Un juego de suma-cero significa que cuando alguien gana X cantidad, lo hace a expensas de X cantidad de otra persona. Digamos que un amigo y tú apuestan un dólar al lanzar una moneda: cada dólar que gana se equilibra con un dólar que pierde y viceversa.
Así como existen los juego de suma-cero, existen los juegos de suma-no-cero. Donde todos ganan por igual. Un buen ejemplo de juego suma-no-cero es si nos reunimos para hacer una sopa. Mis cebollas no son muy útiles por sí solas, pero combinadas con tus zanahorias y las papas de otra persona, nos produce una sopa que tiene más valor que lo que aportamos.
El tío Pepermino, los gobernantes, los políticos y la opinión pública tratamos los trabajos como si fueran manufacturados en una fábrica que produce un inventario limitado. Es decir que, como es un inventario limitado, entonces significa que si obtengo un trabajo, hay menos trabajo para otras personas. Esta falacia es conocida por los economistas como la: Falacia de la Porción del Trabajo. Si solamente usamos la intuición y el sentido común, vemos esta realidad en términos de suma o resta. Sin embargo, es una multiplicación: los empleos hacen crecer la economía y ayudan a crear aún más empleos.
El Pensamiento de Suma Cero, los trabajos y la inmigración
Entre 2010 y 2016, el incremento en la migración internacional, así como la creciente desigualdad en los ingresos motivó un rebrote del pensamiento Suma-Cero. Ejemplos de lo anterior serían los movimientos políticos conservadores como Brexit, Donald Trump o Vladimir Putin en Rusia. Estos movimientos nacionalistas amenazan las alianzas políticas y comerciales internacionales que han traído una relativa estabilidad mundial durante los últimos 75 años.
Es muy fácil llevar el pensamiento de suma-cero al extremo. Nuestros ancestros pasaron siglos atrapados en un ciclo autodestructivo de guerra constante, motivados, en parte, por la falacia de Suma Cero. Esta seductora falacia, cual canto de sirena, atrae y atrapa a las mentes en la peligrosa idea de que la única forma de enriquecerse es si el vecino empobrece.
Comparativamente, posees más riqueza que tus antepasados. Si la riqueza fuera un verdadero juego de suma-cero, entonces tuviste que haberle quitado a alguien más el iphone, el sushi, el sueter importado de color azul y la vivienda propia que disfrutas actualmente.
Si te gustó esta publicación
Primeramente, suscríbete en alguna de nuestras cuentas en redes sociales así sabrás cuando publicamos nuestra próxima actualización. Adicionalmente puedes:
- Puedes ayudarme con una donación, para poder cubrir los costos del Blog (quizás hasta colocar menos publicidad)
- Compartir este artículo con alguien que creas que le interese el tema (o si quieres utilizarlo para apoyar tus argumentos en un debate)
- Puedes dejar algún comentario constructivo en la sección de comentarios.
- un mini resumen del estado de su capital humano y la innovación. Adicionalmente, me atrevo a sugerir si es óptimo que haya tantos abogados en Panamá.
- Quizás también te interese saber ¿cuantos panameños terminan la carrera universitaria?.
- caería bien que leas sobre el flujo circular de la economía panameña.
- Mega Proyectos, inmigración y la economía de Panamá: siglos 20 y 21
Siempre es bueno el contexto histórico, así que te sugiero:
- saber como la xenofobia no es nueva en Panamá
- conocer las 5 razones para no ser un panameño xenofóbico
Finalmente, muchas gracias por tu fina atención.
Increible tu tesis!, me declaro seguidor tuyo a partir de ahora. Escucho a diario esta falacia por las calles y es la primera vez que leo argumentar tan magistralmente en contra de esas opiniones.
Saludos!
Hola sobrino! muchas por tu fina atención, me alegra saber que ayudé a otro compa.