Privacidad occidental: del Neolítico hasta la Roma Pagana
Dentro del debate contemporáneo de la privacidad en Internet, Vinton Cerf, uno de los padres del Internet, uso esta frase mientras intentaba explicar que la privacidad es un desarrollo bastante nuevo, y tal vez insostenible para nuestra civilización. Este ensayo pretende ayudarte a entender los orígenes de nuestra cultura de privacidad y a determinar si la privacidad es sostenible en nuestros tiempos. ¿Tendrá la razón Vinton Cerf?
Una definición de privacidad
Existen múltiples definiciones de privacidad. Judith deCew, en un artículo de la enciclopedia Stanford de Filosofía, argumenta que la privacidad se puede definir como:
el acceso exclusivo que una persona puede otorgar, o no, a su propio reino.
DeCew cita también a Sissela Bok, quién define a la privacidad como:
una protección del acceso o atención no solicitado de otras personas a nuestro físico o a nuestra información.
Privacidad sería la cantidad de ignorancia que todos tienen sobre tu vida. Cuando estas en público, reduces la cantidad de ignorancia que todos tienen de ti. Estoy seguro que has conocido personas muy reservadas, de las cuales ignoras mucho y otras que son más extrovertidas, casi como un libro abierto.
La privacidad puede ser obtenida por 3 caminos independientes, pero interrelacionados:
- discreción o el secreto, nadie tiene información sobre ti.
- anonimato, nadie puede dedicar su atención a ti.
- aislamiento, nadie tiene acceso físico a ti.
La evolución del diseño de la privacidad
Nuestro concepto occidental de privacidad es relativamente nuevo, en especial si lo comparamos contra los aproximadamente 5000 años de historia escrita de la humanidad o los 200,000 años de existencia del humano como homo sapiens.
Los humanos nos percatamos que la naturaleza aborrece la ineficiencia. Así que creamos tecnología y culturas para adaptarnos, sobrevivir y prosperar en la condición ambiental del tiempo y espacio que ocupamos. Las necesidades humanas de protección y autonomía nos motivan a crear barreras. Para crear privacidad inventamos puertas, ventanas, paredes. Esta necesidad incluso nos motiva a establecer distancias físicas y barreras emocionales.
Otras especies animales con gran capacidad cognitiva exhiben comportamientos similares. Los chimpancés bonobos, por ejemplo, utilizan herramientas rudimentarias y privan a otros chimpancés de información sobre sus relaciones, comida y posesiones materiales, en un intento por mantener su privacidad.
¿Cómo llegamos hasta donde estamos con respecto a la cultura contemporánea de privacidad? Estudiaremos esta evolución desde cuatro contextos:
- el diseño de las casas y ciudades
- los sistemas de comunicaciones
- innovaciones tecnológicas dirigidas a crear privacidad
- la cultura de la sociedad
En esta entrega describiremos desde el periodo neolítico hasta el imperio romano. En una segunda entrega estudiaremos la evolución desde los inicios del cristianismo hasta el siglo 21. Empecemos viendo lo que nos dicen los antropólogos sobre la humanidad en la edad de piedra, en particular el periodo neolítico.
Privacidad en la Edad de Piedra
Los humanos, 3 o 4 millones de años atrás, nos movíamos en pequeños grupos cazadores-recolectores. Eso cambió a medida que avanzábamos hacia la era neolítica. La invención y perfeccionamiento de la agricultura permitió sostener asentamientos formales y estables, donde el tamaño de las comunidades creció significativamente.
Privacidad en la Civilización Mesopotámica y Egipcia
Los historiadores consideran que la Civilización Mesopotámica se extiende desde aproximadamente el año 3500 a.C. Esta civilización ocupó el Medio Oriente, en los territorios de la actual Irak, Turquía, Siria y parte de Irán. La Civilización Egipcia ocupó la región del noreste de África, en el Valle del Río Nilo. Se estima que duró desde el año 3000 a.C. hasta el 550 a.C., cuando el Imperio Persa conquistó los territorios egipcios y mesopotámicos.
El desarrollo de la agricultura y el comercio entre la Civilización Mesopotámica y la Egipcia, permitió sostener a mayor cantidad de habitantes, naciendo las primeras ciudades en las cercanías del actual golfo Pérsico. El resto de los pueblos que habitaban África mantuvieron sus costumbres cazadoras-recolectoras.
Las grandes agrupaciones de humanos tienen una dinámica social muy diferente a un grupo de 30 personas o menos. Ya no conocemos bien a todos los miembros del grupo, creando la necesidad de tener que retirarnos dentro de nuestras propias estructuras para protegernos, a nuestros seres queridos, así como a nuestras posesiones.
La invención de la puerta y la cerradura
Existe evidencia arqueológica que la humanidad inventó la puerta y la cerradura en algún momento del período neolítico (de 10 a 4 milenios antes del nacimiento de Cristo – a.C.). Para referencia, se estima que los humanos migramos desde África, hacia el resto de los continentes, hace aprox. 100 milenios.
La puerta más vieja hasta ahora encontrada fue desenterrada en el año 2010 d.C., en Zúrich, Suiza. Se calcula que esta puerta fue confeccionada en el año 3,063 a.C., por lo que esta puerta debe tener casi 5100 años. Casi 500 años más vieja que la gran pirámide de Egipto (2500 a.C.) y la invención de la escritura.
En antiguos jeroglíficos egipcios, de aprox. 4000 a.C., se muestran dioses usando puertas.
La cerradura más antigua, hasta ahora encontrada, fue la desenterrada en 1842 d.C. en las ruinas del palacio de Sargón II, en Khorsabad, importante ciudad de la Civilización Mesopotámica (actual Irak). Era una cerradura de madera de diseño egipcio, similar a la imagen de la derecha, y se estima que fue confeccionada en el año 720 a.C.
De las casas mesopotámicas
Las casas de la antigua Mesopotamia fueron construidas con los mismos materiales que construyen actualmente en Irak:
- Ladrillo de adobe en las paredes, unidos por yeso de barro.
- Puertas y marcos de madera.
- La vivienda promedio carecía de ventanas o tenía muy pocas.
- El techo usualmente estaba construido con tablones de madera de palmera, luego una cubierta de cañas y hojas de palmera, y finalmente una capa de tierra.
Dependiendo del estrato social al que pertenecías, podías tener más espacio y por consiguiente más privacidad. Las clases sociales más humildes tenían que compartir el espacio y utilizar materiales menos resistentes. Las casas donde residían las clases sociales más influyentes como sacerdotes, nobles o comerciantes se construyeron con materiales más resistentes como el ladrillo cocido. Los materiales más resistentes permitían incluir más características arquitectónicas a las casas, entre las que destacan:
- una segunda planta donde se ubicaban las habitaciones de los miembros de la familia
- más cuartos en planta baja para trabajar, descansar o socializar.
- Los cuartos para bañarse y los sanitarios eran una característica exclusiva de los ricos.
- un tarbaṣu o patio central que coordinaba el resto de los cuartos y proporcionaba mejor ventilación
No existía una conexión directa entre este patio central y la calle. Para entrar a las casas de los ricos, tenías que pasar por la puerta exterior hacia un vestíbulo y luego llegabas al patio central. Este vestíbulo ofrecía privacidad visual a los ocupantes de la casa, denotando una preocupación estricta por dividir y proteger los espacios privados de los públicos.
En las ciudades era común que las propiedades compartieran una misma pared; sin embargo, el espesor de los muros garantizaba privacidad auditiva.
La protección de la propiedad privada
Para hacer más eficiente la convivencia en las ciudades, los gobernantes de esa sociedad diseñaron un conjunto de leyes para regular las interacciones de sus ciudadanos. Estas leyes fueron heredadas y agrupadas en el código de Hammurabi, aproximadamente 1800 años antes del nacimiento de Cristo. La ley no. 21 establece que:
“si un hombre abre un boquete en una casa, lo ejecutarán y lo dejarán colgado frente al boquete”.
Si bien estas las leyes son algo brutales y no se habla explícitamente de la privacidad, podemos interpretar que el gobierno de la antigua Civilización Mesopotámica castigaba severamente las invasiones, hurto o destrucción de la propiedad privada.
Comunicaciones en la antigua Mesopotamia
Los antiguos mesopotámicos utilizaban la escritura para sostener comunicaciones cotidianas a través de largas distancias. Por ejemplo, en el libro Cartas de Mesopotamia, A. Leo Oppenheim recopiló traducciones de 150 cartas escritas en tabletas de arcillas. Las más antiguas fueron escritas aproximadamente 2300 años antes de Cristo y las más recientes corresponden al periodo de la dominación Persa en Mesopotamia (empezando en 539 a.C.). Al leer varias de estas traducciones podemos ver que los ciudadanos ricos de la antigua Mesopotamia utilizaban:
- un escriba, o una especie de secretario que se encargaba de escribir las cartas
- uno o más mensajeros. No sabemos si estos mensajeros sabían leer o escribir.
Los temas de las cartas abarcaban desde negocios, asuntos políticos incluso comunicaciones personales. Para proteger el contenido de las cartas utilizaban “sobres” hechos de arcilla, como el que ves en la imagen.
No sobreviven mucha correspondencia mesopotámica que haya sido escrita en papiro o pergamino.
El historiador griego Heródoto, alrededor del 440 a.C., describe el “angareion” como un eficiente sistema de mensajería imperial basada en relevos. Este sistema era de uso exclusivo del rey persa de turno. Heródoto describe como se usaba para dar reportes de las batallas, teniendo la capacidad de llevar un mensaje de un extremo al otro del imperio en 7 días. El angareion transportaba mensajes que estaban escritos sobre papiro o pergamino (extraido del cuero).
Desde la antigua Mesopotamia saltamos hasta la Antigua Grecia.
La Privacidad en la Antigua Grecia
La Antigua Grecia abarcó los territorios de la escabrosa península balcánica con costas en el Mar Mediterráneo y el Mar Egeo, tierras de Asia Menor (actual Turquía) y varios archipiélagos. Existió desde el 3200 a.C hasta el 146 a.C. cuando fue dominada por la República Romana.
Es generalmente considerada como uno de los fundamentos de la Civilización Occidental contemporánea, en particular por lo que esta antigua civilización produjo durante la segunda mitad de su periodo Arcaico (800 a.C – 500 a.C.) y el periodo Clásico (500 a.C. – 323 a.C.)
Ningún gran rey gobernó a los griegos. Durante el periodo Arcaico y Clásico, existieron docenas de polis independientes, o Ciudades-Estado. Estas polis se desarrollaron en concierto, pero con completa independencia política. Frecuentemente eran hostiles unas con otras.
Las instituciones, cultura y circunstancias políticas variaban de Ciudad-Estado en Ciudad-Estado. Por ejemplo, teníamos a la totalitaria Sparta (de la película 300) en un extremo y la democrática Atenas en el otro. La antigua Atenas fue hogar de Pericles e Hipócrates, así como los influyentes filósofos Sócrates, Platón, Aristóteles y Diógenes.
De la privacidad en la Grecia Clásica
Los antiguos griegos, al igual que los mesopotámicos, tenían bien definida la división entre la cosa pública (ágora) y el espacio para el hogar y la familia (oikos). La familia era venerada e importante, pero para un griego clásico, el oikos siempre iba a llegar en segundo lugar detrás del ágora. La vida pública era la máxima aspiración de los ciudadanos griegos honorables.
Lisa C. Nevett, en su libro House and Society in the Ancient Greek World, afirma que esta división consciente entre la esfera privada y pública empezó a notarse a partir del siglo V a.C. (periodo Clásico). Nevett se fundamenta en las conclusiones de los autores Schmitt and Schnapp (1982, esp. 67-72); Osborne ,(1997); Humphreys (1993b, 21) obtuvieron al analizar las ruinas y evidencia textual que sobreviven.
Del “desprecio platónico” de la privacidad en la Grecia Clásica
Platón era pupilo de Sócrates. En su V libro de su obra Leyes, nos deja ver su opinión de la privacidad. Considerándola como una amenaza para el bien común, asociado con las tinieblas y la falta de honor. Consideraba que:
Platón creía en un Estado utópico donde todo ciudadano debía:
“mostrarse a todos [los otros ciudadanos] sin ningún disfraz, sencillo y verídico siempre”.
El sostenía que las personas deberían conocerse bien entre sí y no mantener asuntos privados que impiden conocerse, pues:
“entre amigos verdaderos todo es común”…”que las mujeres sean comunes, los hijos comunes, los bienes de todas clases comunes y que se hagan los mayores esfuerzos para quitar del comercio de la vida hasta el nombre de propiedad”
Para Platón, las personas que se esconden a sí mismos y se esfuerzan en ser desconocidos no son merecedores de respeto. Se aprecia una dicotomía que sugiere que lo conocido es bueno y lo que es desconocido es malo (en lugar de bueno) e inmediatamente merecedor de desconfianza.
Con este razonamiento, Platón, quizás inesperadamente, fundamentará la lógica del meme del siglo XXI “si no tienes nada que esconder, no tienes nada que temer”, así como el comunismo. La filosofía de Platón también resuena con las culturas colectivas influenciadas por el Confucianismo, donde se enseña a aprende a poner primero al grupo y en segundo lugar al individuo. Este tipo de culturas se encuentra con frecuencia en Asia, especialmente en Japón y China.
Diógenes, la privacidad y su influencia en el cristianismo
Diógenes, otro pupilo de Sócrates, pensaba que la virtud se lograba por medio de una vida sencilla que desprecia el lujo, leyes y costumbres de la comunidad. Viviendo de acuerdo a la naturaleza y rechazando lo convencional. Así que eligió vivir en la calle, mendigando desde una tinaja de vino. Él no tenía buena opinión de Platón, ni de la sociedad en general, pues los consideraba que no eran lo suficientemente honorables. Platón pensaba que Diógenes era un “Sócrates enloquecido”.
Si la cultura del ciudadano de Atenas era de encontrar la virtuosidad en la vida pública, Diógenes la llevó hasta el extremo, al vivir y satisfacer sus necesidades en público.
El pensamiento de Diógenes sería de gran influencia para la filosofía estoica de los romanos. Así como para el ascetismo de los monjes de los monjes cristianos medievales.
La opinión de Aristóteles sobre la privacidad
Aristóteles, fue discípulo de Platón. Él pensaba que ser un ciudadano público no era una elección consciente, más bien un impulso automático pues “el hombre es un animal político”. Ser un ciudadano políticamente activo es estar conectado con la virtud y la justicia. En contraste si alguien decidía mantenerse en la privacidad, significaba que esa persona faltaba a la participación de la vida cívica, renunciando al status social, reduciéndose al mismo nivel de las mujeres, niños y los esclavos.
Los tratados que escribieron estos filósofos griegos nos dejan ver cuál era la perspectiva negativa que tenían los antiguos griegos sobre la privacidad. De hecho, la palabra idiota tiene su origen en el griego antiguo (ιδιωτης). Un griego antiguo usaría esta palabra referirse a personas que considerara ignorantes, torpes, así como a personas que vivían privadamente, sin participar de los asuntos de la polis. Se podía usar como adjetivo para describir los temas relacionados con el hogar.
El juramento hipocrático: herencia griega a la privacidad contemporánea
Hipócrates fue el pionero en establecer la idea de que los profesionales deben mantener la confidencialidad de cualquier información privada o personal que conozcan de sus clientes como parte de su actividad profesional. A pesar de la pésima opinión que los griegos clásicos tenían de la privacidad, el legendario médico griego, nos dejó el Juramento Hipocrático. Parte de este juramento reza así:
“Guardaré secreto sobre lo que oiga y vea en la sociedad por razón de mi ejercicio y que no sea indispensable divulgar, sea o no del dominio de mi profesión, considerando como un deber el ser discreto en tales casos”
De las casas de los griegos clásicos
Las grandes ciudades de la Grecia Clásica, se ubicaron en terrenos con pronunciadas pendientes topográficas, este factor pudo haber influido en la configuración urbana con abundancia de calles estrechas y casas muy cerca unas de otras. Se estima que la población ciudadanos libre de Atenas en el periodo clásico era de aproximadamente 30,000 personas.
Las siguientes descripciones del diseño de las casas de los griegos provienen de la obra de Lisa Nevett, “House and Society in the Ancient Greek World” y de la tesis doctoral Delos: Investigating the notion of privacy within the ancient Greek house por Samantha Burke.
La mayoría de las casas estaban hechas de ladrillos de barro, el resto en paredes de piedra. Las ventanas de las casas tienden a ser pequeñas y ubicadas aproximadamente a 2.00m de altura. Esta configuración garantiza seguridad, así como privacidad visual y también ayuda a mitigar los efectos negativos del clima mediterráneo.
Las puertas de madera eran portátiles.
La madera era un bien escaso en la antigua Grecia. Existe evidencia de que los antiguos griegos consideraban la madera como una posesión personal, en vez de considerarla como parte integral de la estructura que habitaban:
- El historiador Tucídides, relata como los habitantes de Ática (periferia de Atenas) se llevaban las puertas de sus casas cuando tenían que abandonarlas por motivos de guerra.
- algunas casas de alquiler no incluían puertas
- existen contratos de compraventa donde se registran a las puertas como parte del mobiliario.
Los espacios de las casas griegas y la privacidad
Las casas tradicionales de los griegos tenían una configuración muy similar a las casas de la antigua Mesopotamia: cuartos organizados alrededor de un patio central (τετράστῳον), con una única puerta que conectaba a la calle. Para lograr privacidad visual, esta puerta estaba colocada en un ángulo que dirigía la vista de los peatones hacia una pared vacía.
Las casas tenían espacios separados para sanitarios. Pero a diferencia de los sanitarios contemporáneos, conectados a un sistema de alcantarillado, los griegos usaban bacinillas. El contenido de las bacinillas era luego desechado a la calle. También hay evidencia de espacios separados, acondicionados para tinas de baño.
Los griegos clásicos llamaban a los dormitorios “thalamos“, no obstante, se podía distinguir la preocupación del diseño por ubicar estas habitaciones lo más alejado posible del área donde se atendían las visitas.
El “andrón” era el área de la casa donde los griegos atendían a sus visitas. Tanto las casas de los ricos como la de los pobres tenían un andrón. El andrón se aislaba del resto de la casa por medio de una puerta o una cortina. La cultura griega clásica, demandaba que las mujeres de la casa estuvieran separadas de los visitantes masculinos. En especial si eran mujeres de la clase social con más riqueza.
Podemos concluir que el diseño de las casas de las diferentes clases socio-económicas de la Grecia Clásica, aplicaban medidas activas para lograr la expectativa de privacidad acorde a la cultura local.
De las comunicaciones personales en la antigua Grecia
El alfabeto griego fue una derivación del alfabeto fenicio. Los primeros registros del uso del alfabeto griego datan del siglo 8 a.C. (770-750 a.C.). Tomó casi 300 años para lograr que la mitad de la población en el territorio de la civilización griega lograra un nivel básico de alfabetización. Aparentemente Atenas llevaba la delantera en este aspecto.
El incremento de la alfabetización, provocó que más griegos pudieran utilizar la comunicación escrita para cubrir grandes distancias. A partir del siglo V a.C. empiezan a popularizarse los secretarios y escribas públicos, quiénes prestaban servicios de composición y lectura de cartas.
Para enviar cartas los antiguos griegos tenían diferentes alternativas, organizadas descendentemente por costo:
- Papiro, importado desde Egipto. El medio más caro para enviar una carta en aquella época. Una carta de papiro se doblaba a lo largo, luego era atada con una cinta de fibra del mismo material y fijada con un sello de arcilla. La dirección del destinatario se escribía afuera.
- Pergamino o cuero, usado muy intermitente por los griegos.
- Tableta de madera con una capa de cera sobre la cual escribían. La tableta se doblaba para proteger su mensaje.
- Lámina de plomo de 1mm de espesor que podía enrollarse, doblarse y sellarse al igual que el papiro. La dirección del destinatario se escribía afuera.
- Ostracas, fragmentos de cerámicas. Usualmente restos de vasijas u otras cerámicas rotas. Utilizado por personas de escasos recursos para mensajerías locales. Se populariza a partir del año 480 a.C.
¿Como los antiguos griegos enviaban sus mensajes?
Las cartas personales, que tenían que cubrir una gran distancia, se encomendaban a un mercante o persona de confianza que fuera en la misma dirección. Cuando las distancias eran más cortas un esclavo o un escriba pagado las transportaba. Si el portador de la carta era de confianza o cercano al remitente, podía explicar o ampliar el contenido de la carta al destinatario.
El rey Alejandro Magno, pupilo de Aristóteles, unificó a las Ciudades-Estado griegas. Luego derrota al imperio persa, extendiendo el territorio griego (y su cultura) hasta Asia Menor, el norte de África y el subcontinente indio. Las grandes distancias, combinada con la creciente burocratización obligaron a los conquistadores griegos a mantener el “angareion” , sistema persa de mensajería imperial basada en relevos. Este sistema era exclusivamente para las comunicaciones gubernamentales.
De la privacidad en las comunicaciones de la Antigua Grecia
De acuerdo con Paola Cecarelli, en los comienzos, las comunicaciones personales escritas estaban lejos de ser positivamente recibidas por los griegos arcaicos y clásicos. Era una sociedad acostumbrada al cara a cara, con una fuerte cultura de honor obtenido por la participación pública. Es muy probable que una tecnología que permite el intercambio privado entre individuos, en combinación con la lectura silenciosa, levante sospechas.
Al analizar los hallazgos podemos concluir que no había una presunción de privacidad en las comunicaciones personales de la Grecia arcaica y clásica. A excepción, obviamente, de las comunicaciones militares. Por ejemplo, Eneas el táctico, describe un sistema de encriptación para las comunicaciones militares griegas.
Privacidad en el Imperio Romano
En el año 146 a.C. Roma destruye Corintios y transforma a Grecia en una provincia del Imperio. La cultura griega fue de gran influencia para los romanos y la civilización romana fue de gran influencia para nosotros. La palabra privacidad tiene su origen en el latín privatio que significa ausencia, eliminación o pérdida.
Los romanos se destacaron por aplicar técnicas e innovaciones tecnológicas en sus construcciones. Por ejemplo, el concreto y el arco de medio punto permitieron incrementar la escala de las construcciones y obras civiles como ninguna otra civilización que les había precedido.
Al igual que las civilizaciones anteriores, las condiciones de privacidad y cantidad de espacio dependían del estrato socio-económico al que perteneces. Las élites romanas (senadores, patricios, équites) tenían condiciones de privacidad diferentes a los plebeyos. Los esclavos y libertos (ex-esclavos) tenían aún menos derechos.
De las casas (y privacidad) de los romanos pobres
En las ciudades Roma la plebe vivía en ínsulae, edificios de apartamentos que podían ocupar una cuadra de la ciudad. Estos edificios tenían usualmente 4 o 5 pisos. Las familias vivían hacinadas en estas estructuras donde las condiciones de privacidad eran escasas. Tu apartamento no tenía divisiones interiores. La alta densidad poblacional y utilización de materiales como madera, especialmente en los últimos pisos de las ínsulae, reducían la privacidad auditiva.
La vivienda de los campesinos romanos se llamaba casa o tugurio, una cabañita de un solo espacio con paredes y cubiertas de materiales perecederos.
Los sanitarios y baños romanos eran comunales. La siguiente imagen reproduce un momento cotidiano en un baño comunal de la antigua Roma. Los esclavos no podían entrar a estos baños, salvo que estuvieran acompañados por un noble.
Los espacios estaban segregados por sexo, aunque a partir del siglo 1 d.C. en adelante se volvió frecuente que las mujeres y hombres compartieran el espacio.
¿Las pandemias romanas fueron subproducto accidental de la falta de privacidad?
Las pocas condiciones de salubridad y hacinamiento hicieron que los ciudadanos romanos fueran víctimas de letales epidemias. De estas pandemias, destacan dos:
- La plaga de Antonino que duró desde 165 hasta 180 d.C. Se estima que en el último año mató a 2000 personas por día en Roma.
- La devastadora Plaga de Cipriano que duró desde 251 hasta 266 d.C. Esta plaga se esparció por todo el territorio romano desde Egipto hasta Britannia. Se transmitía por contacto directo y se estima que llegó a matar hasta 5,000 personas por día en Roma.
Estas pandemias fueron uno de los ingredientes que explica el despoblamiento que sufrieron las ciudades romanas.
El Domus y la privacidad de los romanos adinerados
El Domus es el nombre romano de las casas donde vivían las clases sociales más pudientes. Cuando el domus se ubicaba en la periferia de la ciudad, se llamaba Villa Urbana. Si el domus estaba en el campo, se llamaba entonces villa rustica.
El domus compartía el mismo esquema de las casas griegas y mesopotámicas: un patio central con con diferentes espacios organizados alrededor de él. Dependiendo del tamaño del domus, podían existir hasta dos patios centrales:
- atrio, ubicado cerca de la entrada principal, donde amo de la casa, recibía a sus clientes.
- peristilo, más retirado. El arquitecto romano, Vitruvio, recomendaba que esta parte no estuviera abierta a los forasteros o desconocidos.
Los domus tenían pocas ventanas que daban hacia el exterior y una sola puerta. La puerta era guardada por un esclavo (a veces encadenado) que llamaban ostiarius.
Los recintos privados se llamaban cubículae. Cada cuarto era independiente de los demás, accesible desde las áreasw comunes diseñadas para acarrear el tráfico doméstico: atrium y/o peristylium.
La entrada de las cubículae estaban protegidas por una combinación de una puerta, seguida inmediatamente por una cortina que llamaban velum.
Solo los nobles romanos más adinerados podían pagar baños privados internos en sus casas. Esta nueva actitud hacia el cuerpo y sus necesidades fisiológicas empieza una lenta revolución donde los actos públicos se van convirtiendo en privados, haciendo que el espacio doméstico juegue un rol cada vez más importante en la vida privada.
La cultura romana esperaba que las mujeres, tantos nobles como comunes, fueran las responsables del ámbito doméstico.
De las ventanas romanas
Los adelantos romanos en el diseño y construcción, permitieron ventanas más grandes. Cuando los romanos humildes querían privacidad utilizaban cortinas o persianas, éstas últimas articuladas por celosías de piedra o terracota. Se obtiene privacidad, con la consecuencia de que el espacio quedaba privado de luz.
El vidrio era muy escaso y solamente podía ser pagado por las élites romanas. Los sustitutos del vidrio eran la fengita y el lapis specularis.
El Lapis Specularis es un yeso traslúcido que permite iluminar un espacio interior, logrando privacidad sonora y olfativa. Esta barrera protege los espacios interiores de ruidos, olores que se generan en el exterior y viceversa. Séneca, en el siglo 1ero d.C., habla de lo innovador que le parece esta tecnología de las ventanas. El Lapis Specularis era extraído de Hispania (actual península ibérica).
La fengita (mica) fue descrita por Plinio el Viejo, en su obra Historia Natural. Él la describía como un material que se instalaba en los vanos de las ventanas, permitiendo iluminar el interior de los edificios en el día, aún cuando las puertas estaban cerradas. Esta piedra provenía de Cappadocia (actual Turquía) y fue descubierta durante el tiempo del emperador Nerón (54 d.C.- 68 d.C.)
Los romanos inventaron el pasillo o corredor
El pasillo es un espacio alargado que sirve para conducir el tráfico de personas. Existe evidencia que los diseñadores romanos utilizaron el pasillo por primera vez en sus ínsulas et también en domus excepcionalmente grandes como los que se encontraron en las ruinas de Volubilis (actual Marruecos) u en Ostia, Italia. Esta innovación permite que:
- en las domus: el tráfico se aleje de las cubículas o cuartos privados.
- en las ínsulas: los inquilinos, forasteros y desconocidos no pueden acceder a tu apartamento.
De la correspondencia en el Imperio Romano
Los romanos continuaron con las prácticas griegas de la correspondencia, a saber:
- El “angareion” griego, se llama ahora Cursus Publicus. Este servicio de mensajería imperial, era exclusivo para asuntos gubernamentales.
- Las correspondencias personales (tabellae), se enviaban por medio de esclavos, amigos o individuos de confianza que iban en dirección al destinatario.
- La élite escribía su correspondencia en: papiros, pergaminos y tabletas de madera recubiertas de cera.
- Las correspondencias eran selladas con un pedazo de arcilla, llamado bullae. Esta bullae medía un poco menos de 1 pulgada de diámetro, tenía un sello estampado que identificaba la persona que enviaba el mensaje y amarraba un cordón.
- Los papiros y pergaminos, estaban aún fuera del alcance de los ciudadanos escasos recursos, así que usaban láminas de plomo, pieles y ostracón.
La correspondencia se popularizó debido al énfasis y recursos económicos que las élites romanas (équites y patricios) destinaron para alfabetizarse. Los plebeyos no tenían los fondos suficientes para pagar por la educación. Algunos esclavos, capturados en batalla, estaban alfabetizados. Otros esclavos se alfabetizaron rudimentariamente al acompañar a los hijos de las élites a sus clases.
Aún cuando Roma estaba relativamente alfabetizado, los plebeyos dependían frecuentemente de alguien que supiera leer o escribir para enviar o recibir correspondencia; en especial, familiares de los soldados estacionados en la periferia del Imperio. Cuando las cartas se recibían, se leían individualmente o en grupo. Frecuentemente el portador de la carta actuaba como un sustituto o traductor del escritor de la carta.
La privacidad en la correspondencia Romana
Existía una baja expectativa de privacidad al correo de la Roma Pagana. Incluso el emperador romano rara vez disfrutaba de privacidad en sus cartas. Marco Tulio Cicerón, en sus “Epistulae ad Atticum” se quejaba de la poca confianza que le inspiraban sus mensajeros:
“Cuan pocos de estos señores son capaces de transportar una carta más pesada de lo habitual sin aligerarla por medio de una rápida lectura de sus contenidos”
Esta “no presunción de privacidad” es importante, debido a que las cartas antiguas no son leídas como las cartas contemporáneas. Las cartas contemporáneas se consideran intensamente personales, no destinadas a ser diseminadas.
Tanto las cartas de los griegos clásicos, así como las del Imperio Romano (epistola) se sitúan en diversos géneros literarios modernos. Podían ser tratados filosóficos, ensayos, comentarios políticos, recomendaciones educacionales. Como mínimo, la mayoría de las cartas personales (por lo menos aquellas que sobrevivieron hasta nuestros días) no estaban destinadas a ser totalmente privadas.
La vida privada vs. la pública en la Roma Pagana
La vida pública romana estaba gobernada por las expectativas que establecía la clase gobernante, mientras que la vida privada estaba gobernada por el temor a lo que diría dicha clase gobernante.
A diferencia de lo que vemos en la TV y las películas, la cultura romana valoraba el autocontrol, autodisciplina y la moderación. De las mujeres se valoraba la Pudicitia, o virtud sexual.
En algunos aspectos la sociedad romana era más liberal que la nuestra. Como por ejemplo la transparencia con la que dejaban que la industria sexual operara.
El fin de la Pax Romana (y la antigüedad)
A partir del siglo 2do d.C. el Imperio Romano sufre una serie de convulsiones que inicia su largo y lento colapso. Múltiples factores produjeron este colapso, entre los que destacan dos guerras civiles, ofensivas de pueblos “bárbaros” y varias pandemias. Esta inestabilidad debilita al Imperio y en 392 d.C., es dividido en dos mitades:
- Oriente, con capital en Constantinopla. Esta mitad durará un poco más de 1000 años más.
- Occidente, con capital en Roma. Esta mitad existirá solamente unos 84 años más, hasta 476 d.C.
La caída de Occidente inicia un complejo periodo caracterizado por la transformación cultural, inestabilidad politico-económica, analfabetismo, hambruna y despoblación urbana. Este periodo terminará en el año 800 d.C., con el ascenso del emperador CarloMagno y el Sacro Imperio Romano Germánico.
Conclusiones
Este ensayo pretende describir los hechos e innovaciones que contribuyeron a nuestra cultura occidental contemporánea de privacidad, para así poder entender si la privacidad es una anomalía. Al escribir este ensayo, elegí enfocarlo intencionalmente en una perspectiva occidental. obviando las evoluciones y costumbres relativas a la privacidad que se dieron en las otras civilizaciones que existieron paralelamente a las que estudiamos aquí.
Al repasar la historia, concluimos que la privacidad no es una anomalía. Tenemos en común con nuestros antepasados, la necesidad de establecer barreras para obtener protección y seguridad, así como la necesidad de estar en grupo. Estas dos necesidades crearán una eterna tensión entre lo que es público y lo que es privado, moldeando las culturas y tecnologías que han sido adoptadas en las decenas de miles de años que tenemos de caminar sobre este planeta.
El intercambio comercial y las victorias militares, trajeron gran poder económico a estas civilizaciones. Se puede notar que esta acumulación de capital tiene correlación directa con una preocupación por alfabetizarse y obtener privacidad.
La alfabetización facilita la administración, los registros y las comunicaciones escritas. Los vestigios escritos de esas civilizaciones nos permiten entender las perspectivas que tenían sobre la privacidad. Resalta el contraste que existe entre el matiz de intimidad que le damos a nuestras comunicaciones personales contemporáneas vs. la falta de presunción de privacidad que existía en las comunicaciones personales de la antigüedad.
La privacidad era increíblemente cara. Al menos para nuestros antepasados. Al estudiar las diversas civilizaciones de la antiguedad occidental, vemos que la nota común entre todas es que la privacidad era un lujo que solamente la aristocracia podía pagar.
Muchas gracias por acompañarme en este viaje. Queda pendiente la parte 2, donde estudiaremos el efecto del cristianismo en la cultura contemporánea de la privacidad.
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Referencias
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- Azcárate, Patricio de (1872) “Platón, Obras Completas”, tomo 9, pp. 246.
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- Burke, Samantha (2000) “Delos: Investigating the notion of privacy within the ancient Greek house”
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Compa, excelente artículo, pero ayúdame a ayudarte. Te quiero citar, pero ya ves como se pone la academia con las fuentes de información que parecen poco fiables, con todo y que tienes referencias y citas.. Entonces, ¿cómo te cito?
Hola sobrino, muchas gracias por tu fina atención, me alegra saber que puedo ayudarte. Puedes citarme usando las normas APA.